mujer polaroid

Adora su trabajo y tiene un rito. Si alguien le pide "El peso de las naranjas" le hace abrir el libro por una página al azar y lee el poema a viva voz. Abro por la página 50. "¿Todavía no has renunciado a la palabra perfecta?". Hay días en que todo casa, le digo.

diálogos posibles [15]

-¿No preferirías vivir en una casa con huerto y con gato?
-No.
-Pues entonces haz de gato.
-Mejor hago de huerto.

a veces, el desánimo

Siempre quise ser un dibujo animado. Ya me falta menos.

tipuana

Hoy hace justo un año que escribí sobre esos árboles. Hoy sé cómo se llaman.

ojalá

Creo firmemente que algunas palabras son ramas frágiles que buscan la luz. Ojalá pudiera ser luz, alguna vez, y no rama frágil. Ojalá pudiera dejarme encontrar.

diálogos posibles [14]

-Y, ¿cómo sabes que es amor?
-Porque hacía mucho que no te oía cantar a gritos las letras de las canciones.

espere, por favor

No estoy esperando, es que no pienso marcharme nunca.

dentro, tan dentro

La claridad del rayo, la velocidad del rayo. Un dolor sólo mío, un dolor muy grande.

el vértigo

Hay veces que, hasta a los funambulistas más experimentados, se nos complica el día.

el verano estaba ahí

Creíste morir de frío. Lo buscaste por todas partes. ¿Cómo no imaginaste que se escondía bajo la mesa?

souvenir de el chorro

Después de treinta años, volver a reírme de las mismas cosas en el mismo lugar con los mismos amigos. Volver a nadar sin miedo a ahogarme en vuestro amor de pantano.

villalmanzo, mon amour

Parafraseando al poeta Masip, hablar de flores silvestres es hablar de amor en el idioma de los escarabajos.

alyssum maritimum

De niña las veía crecer en un monte de nadie, cerca de la casa de mi abuela. Como ahora me detienen las piedras, entonces me detenían estas flores minúsculas. Por fin sé cómo se llaman.

san marciano

Tantos años pensando mal de él, creyendo que me espía mientras me ducho o me cepillo los dientes, y hoy me entero de que es un santo.

mi padre, mon amour

Ochenta y tres años, y toda la vida por delante.

sospecha

Peine, pinzas, pintalabios, perfume, polaramine, protector solar, pastillero. Una piedra. Espejo, lápiz, cepillo de dientes plegable. Hasta esa pequeña y poderosa espada. Algo pasa. Lo percibo.

lo seco [2]

Algún día lo seco y su ejército tomarán la tierra. Y yo estaré allí para verlo.

rubik, mon amour

He desmontado mis zapatos favoritos. Rubik estaría orgulloso de mí.

librería la fuga

El poema debe ser una pedrada, dijo el poeta Irigoyen. Parece que sus palabras no cayeron en cristal roto.

omm

Si uno no busca la paz, la encuentra. Si la busca, la encuentra antes.

garantía

Hoy he sabido con quién puedo contar. No hasta dos ni hasta tres. Benedetti sabe de lo que hablo. Y vosotros también.

souvenir de la estupefacción

Me aterran las fiestas de disfraces. En especial las bodas.

lo impar

No me hace falta contar pétalos para saber que me quieres.

sora y ale, mes amours

Mi corazón un colibrí rojo a merced de vuestro entusiasmo.

el desánimo

Y si nos arrancan el corazón, también.

jacarandas de junio

No me gusta el lila, el violeta, el morado, ni el rosa siquiera. Pero miro esos árboles, me acuerdo de Bonnard, y sonrío.

(po)e-mail robado en a coruña

-Pareces más joven.
-Porque estoy más delgada.
-No, porque pareces más feliz.

el hijo prodigio

Porque se acerca la nostalgia como una piedra a la cabeza y no están los domingos llenos de naves espaciales, dice. Si Sergio Algora y Heidi hubiesen tenido un hijo, sería Sergio Franco. Aunque él diga que se parece más a Niebla.

hoy empieza todo, otra vez

Quiero hacer las cosas bien. Voy a empezar por lo fácil. Desayunar en la terraza mirando cómo la luz avanza por la izquierda. Y esos pájaros sin quitarme ojo. Y yo sin quitarle ojo a la luz.

diálogos posibles [13]

-Y a ti, ¿qué te dicen las estrellas?
-No me dicen nada.
-No, quiero decir que por qué te gustan.
-Porque a veces hay fugaces.
-A mi padre le fascinan. A mí no me dicen nada.
-(...)
-Mira, un avión. ¿Te vale como fugaz? Pídele un deseo. Pídele que no caiga sobre la terraza.
-(...)
-Qué manía con lo efímero. No tú, en general. Las estrellas fijas están ahí siempre y, nadie, ni caso.
-(...)
-Mira, otro avión. Pídele lo mismo.