las cáscaras del tiempo

Saber que nada es mío, ni este silencio ni esos pájaros supuestamente felices, ahí afuera.

salud mental

Cuando la sinrazón abre zanjas a nuestro paso, deberíamos aprender a detenernos, a abstraernos por un rato, por ejemplo, contando los puntos de un diminuto insecto.

ni azucenas ni fango

Llegó el momento de afilar la madera de la inteligencia, de confiar en el diálogo, de no dejarse caer en espiral.

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A partir de hoy imaginaré que vivo en mitad del océano, ajena a cualquier ideología, y sólo habrá una bandera que me represente.