quiero que todo se pierda

Da igual la Piedad de Miguel Ángel, los ángeles sin cabeza del cementerio Colón de la Habana, las torres gemelas y hasta la torre Gálata. La lluvia salvaje de hojas amarillas sobre Berlín, un chaparrón inesperado en Villa Borghese, los témpanos a la deriva sobre el lago Onelli. Tu boca salvaje, inesperada, a la deriva. La naturaleza siempre gana.