Dice que su madre imaginaba el cielo como una plaza de toros, y Dios en el centro. -Y tú, ¿cómo imaginas el cielo? -Un sitio igual que la tierra, pero donde todo sale bien.
Le pregunté si quería una piedra de enero. Tráeme la más bonita, dijo mi amiga Salud. Bajé a la orilla y encontré la piedra perfecta. Es una piedra con cicatriz, una cicatriz buena, dijo.
Hoy bajaré al mar después de varios meses. Hoy bajaré a la orilla a buscar piedras de enero. Hoy estreno botines de tacón. Hoy estaré a 170 centímetros sobre el nivel del mar.
Qué ganas de creer. De creer que el invierno es un cuento y que existe el rayo verde. De creer que hay un bar, en algún sitio, donde Sam te pone un whisky mientras Kurt te cuenta chistes de castores bien abiertos. Guardaré las rodillas, por si vuelves.
Recibo un mail: "Hoy Daniel tiene escrito en su calendario: Día juguetoso. Y ahí están abajo, dándole al mando de la Play, con el suelo lleno de papeles y juguetes. Hoy los quiero como nunca." Miro de reojo cómo se aburre mi Pinypón en la estantería. Creo que no voy a volver a preguntarme por qué la gente tiene hijos.
Siempre que leo a Trakl no puedo evitar acordarme de tu delgadez, de tu fortaleza de junco. Hoy, estas zanahorias me hablaron de ti. Los caminos de la memoria, y las hortalizas, son insondables.