-Estoy enamorada de ti.
-¿Cómo lo sabes?
-Te he imaginado de espaldas, en la cocina, pelando una mandarina sobre el fregadero.
-¿Y ya está?
-Yo me acercaba despacio y me abrazaba a ti. Pegaba mi cara a tu espalda mientras pelabas una mandarina sobre el fregadero.
-¿Y cómo sabes que era una mandarina, si estaba de espaldas?
-¿Cómo lo sabes?
-Te he imaginado de espaldas, en la cocina, pelando una mandarina sobre el fregadero.
-¿Y ya está?
-Yo me acercaba despacio y me abrazaba a ti. Pegaba mi cara a tu espalda mientras pelabas una mandarina sobre el fregadero.
-¿Y cómo sabes que era una mandarina, si estaba de espaldas?