"Treinta frases de un libro y tenéis sobre el autor una visión más segura que la que él mismo podrá tener sobre sí mismo. Treinta segundos, quizás es demasiado. Digamos diez. Diez segundos de Mozart y se oye lo que le ha robado a Haydn, y con cuanto dolor se desgarra esta alegría, continuamente se desgarra, ya que el estilo, también es eso: la manera inventada por cada uno para aguantar ante la sombra que sube en él, desde el mismo día de su nacimiento".