Si alguien me dijera ¿Quién rompió el cristal de la tele?, aunque no fuese la culpable, respondería ¡Yo! ¡Y además prendí fuego a las cortinas! Siempre me puede la curiosidad, comprobar si alguien que se cree tan valiente como para acorralar a preguntas, también lo es a la hora de encajar respuestas. Así que no tengas miedo. La curiosidad del que responde siempre gana.