A menudo me pregunto si las hojas desean caer y enfrentarse al asfalto, o si quizá prefieren que la mano de un niño detenga al vuelo su caída. También les pongo ojos a los tomates para que vean el mundo que les rodea. En eso me entretengo, en darle conciencia a plantas, piedras y hormigas. Ahora ya sabes dónde estoy cuando dices, ¿En qué piensas?