invisible

De niña sólo estaba segura de dos cosas, de que podía respirar bajo el agua y de que era invisible. De mayor he seguido siendo invisible, nadie me atiende en las farmacias ni el chino del bazar responde a mi dulce Nihao. Sólo pueden verme los niños y los gatos. Esta mañana todos los niños y los gatos me miraban directamente a los ojos. Todos los niños, sin excepción, me han sonreído. Los gatos no.