cercanías
En el andén la chica china mira a la chica sueca y desea, pelo rubio largas piernas vacaciones. La chica sueca no mira a nadie, pero también desea.
fibrofog
De vez en cuando mi memoria de elefante se pierde por la selva. Ya me he acostumbrado. Ya casi no recuerdo el día que no recordaba mi nombre ni cómo volver a casa. Ya no me pregunto qué me pasa cuando quiero escribir abril y la mano dibuja un 6. Así que, si confundo "Cuna de gato" con "Pájaro de celda", me perdonas. Y si confundo este amor con otro, tanto de lo mismo.
insomnio
Me gustaría saber lo mismo despierta que dormida, porque dormida lo sé todo. Dormida sé hablar en cualquier idioma y escalar muros imposibles. Dormida mi madre siempre es joven y a mí me crece el pelo a merced de las tormentas. Me gustaría saber lo mismo despierta que dormida, porque dormida sé volar.
souvenir de una botella de champán
Me quitasteis las botas, me abandonasteis en una cama ajena a merced de la suerte. Y lo recuerdo todo.
biguri, mon amour
Una araña posada sobre el cristal de la ventana. Podría estar toda la tarde mirándola, me dice. Una salamanquesa sobre las baldosas calientes. Podría estar toda la tarde mirándola, le digo. Estoy convencida de que tenemos la misma idea de lo que debería ser la vida. También sé que mi salamanquesa, tarde o temprano, se comería a su araña. Pero eso no se lo digo.
pariente, mon amour
Jacinto atraviesa todo un parque para darme un abrazo. También lo he visto jugarse la vida atravesando bares entre manadas de peligrosísimos poetas. Sólo por darme un abrazo. Siempre que veo a Jacinto pienso lo mismo: Por ti el tiempo no pasa, a ti el tiempo te acaricia.
amor [1]
No me gusta el mundo, pero me gustan las piedras, los árboles, los cementerios, las minas abandonadas, el viento y las tormentas. No me gusta el ser humano, pero me gustan tus dedos en mi espalda.
los frutos de la envidia son amargos
Losas de barro, arena, un muro que se autodestruye, rocas, mar, un carguero. Sólo una pareja ensucia el paisaje con sus besos.
escorpio
Su horóscopo decía "Hoy darás suerte a alquien", pero ella prefirió darle veinte euros al hombre que pide en la rotonda.
bueno, mon amour
El sábado comí con mi profesor de Biología de COU. Al poner su nombre en Google le salió una referencia a mi blog porque había salido en uno de mis sueños. Así dimos el uno con el otro, por un sueño, después de más de 25 años. No ha cambiado nada, diga lo que diga. El mismo cabello blanco, la misma curiosidad, las mismas ganas de reír. Ahora no fuma. Hacía más de 25 años que no sabíamos el uno del otro. Y me recibe con una piedra, la saca del bolsillo del bañador. La cogió por la mañana dando un paseo por la playa. La cogí para ti, dice. Y me acuerdo de un verso de José Luis Gallero: "Donde todas las piedras tienen la forma de un deseo".
invisible
De niña sólo estaba segura de dos cosas, de que podía respirar bajo el agua y de que era invisible. De mayor he seguido siendo invisible, nadie me atiende en las farmacias ni el chino del bazar responde a mi dulce Nihao. Sólo pueden verme los niños y los gatos. Esta mañana todos los niños y los gatos me miraban directamente a los ojos. Todos los niños, sin excepción, me han sonreído. Los gatos no.
parecido razonable
No me acordaba de ellos, dignos de la novia del pato Donald, con suela de tocino para no despertar a nadie cuando vuelvo a las tantas. Los encontré en ese armario que no abro desde hace nueve meses. El armario parió unos zapatos. Los sostengo con cariño, busco parecidos. Nada agresivos, nostálgicos, silenciosos.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)