Cuando algo acompaña, da igual que no sepamos nombrarlo.
meteorito ya
-¿Te traigo algo del mundo exterior?
-Un meteorito. Pero que no me dé a mí, solo a los malos.
-A los que llaman por teléfono a las nueve cuarenta y siete de la mañana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)