Empaparnos de luz y dejar que nos agite el viento. Así las mañanas de sol, así el resto de nuestros días.
hay puertas que no puede cerrar el viento
Imagina volcar la sombra a placer. No sobre el asfalto, no sobre muros de piedra encalada. Dejarla libre hasta posarla en un pájaro que viaja hacia el sur.
la canción de mercurio en el becketts restaurant
-Sé que estás ahí, sé que estás ahí, sé que estás ahí.
-Me alegro de que estés, me alegro de que estés, me alegro de que estés.
Y Vonnegut no dijo nada.
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