entropía

"El fantasma de una magnitud que ha dejado de existir". Como siempre, el diccionario y el otoño dándome la razón.

furey, mon amour

Yo no sé lo que es el invierno. Tú no sabes lo que es el verano. ¿En qué estación vivimos? ¿En qué estación coincidiremos?

beckett, mon amour

Cuando vivía en casa de mis padres, todo aquel que entraba en mi cuarto me preguntaba si aquel viejo era mi abuelo. Y yo decía que sí.

sin ningún tipo de duda

Sé que podríamos volar. No durante mucho tiempo, pero sí el suficiente para lograr comprender.

duda no existencial

¿Mereceríamos saberlo todo y echar raíces?

bazar xiwang

Sábana impermeable, esponja celeste, zapatillas de pana. El semáforo me regaló el medio minuto necesario para decidir que jamás usaría zapatillas. Hoy hace un año.

working girl

Nunca imaginé que me miraras mientras trabajo.

presente

El presente es esta cama. Y ya ha pasado.

deseos para el otoño

Deseo un huerto con cebollas y rosas. Deseo poder beber café por las noches y vivir sin dar explicaciones. Deseo que sólo se oigan pájaros. Deseo tener un gato que sólo pase por casa cuando tenga hambre. Deseo que mi madre no se muera nunca y que a ti nunca te pase nada malo. Y ya no tengo más deseos.

agujeros casi negros

La veo brillar como una auténtica estrella. Me pregunto si será ella, si ésta será la última ciruela del verano.

él está en todas partes

Nadie sabe nada. Nadie va a salvarte.

souvenir de playa chullera

No hay nada más hermoso que una piedra mojada brillando en la orilla. Algunas me parecieron auténticas piedras preciosas, naranjas, grises, transparentes. Cuando me vine a dar cuenta sólo había cogido piedras negras, como si la playa no tuviera otro color.

el viento se lo lleva todo, afortunadamente

Hablar cinco minutos con un desconocido. Despedirte y saber que no volverás a verlo. Ésa es mi idea de viaje. También el Atlántico borra todas las huellas después de mojarme los pies.

cuanto peor, mejor

Si alguien me dijera ¿Quién rompió el cristal de la tele?, aunque no fuese la culpable, respondería ¡Yo! ¡Y además prendí fuego a las cortinas! Siempre me puede la curiosidad, comprobar si alguien que se cree tan valiente como para acorralar a preguntas, también lo es a la hora de encajar respuestas. Así que no tengas miedo. La curiosidad del que responde siempre gana.

benítez, mon amour

Los ojos de agua, los dedos de cilantro, el corazón de miel. El dolor se lo guarda siempre, siempre, siempre, para más tarde.

souvenir del frío

Salíamos a la calle sin dinero en los bolsillos. Salía el aliento tan denso de nuestras bocas como si hubiésemos fumado toda la noche. Salíamos a la calle con las manos en los bolsillos. Salía el aliento tan denso de nuestras bocas como si nos hubiésemos besado toda la noche.

bellas malas artes

Una casa en el bosque, membrillos sin prisa, héroes desnudos, suicidas muy valientes. Los museos están llenos de hermosas mentiras.

souvenir de fources

En el sur de francia a los plátanos les crecen las ramas con forma de garra hacia el cielo. La chica del pañuelo en la cabeza se enamoró de uno que había a la puerta de nuestra casa. Cada tarde se abrazaba a él con los ojos cerrados. Dijo, en francés, que tenía el tacto de la piel de un hombre dormido.

souvenir de nairm

Pensé que era un pájaro herido, pero era un alga seca. No me hizo dudar, pero me pareció un milagro. En la maleta hubiese muerto. Allí quedó, aleteando sobre la arena.

no pagues por esto

A menudo me pregunto si las hojas desean caer y enfrentarse al asfalto, o si quizá prefieren que la mano de un niño detenga al vuelo su caída. También les pongo ojos a los tomates para que vean el mundo que les rodea. En eso me entretengo, en darle conciencia a plantas, piedras y hormigas. Ahora ya sabes dónde estoy cuando dices, ¿En qué piensas?

anestesia

Ya no me duele nada. Sólo el dolor acuñando monedas en mis articulaciones.

la primera ducha caliente de septiembre

Me desperté temblando, me duché sentada. Pájaros no había. El dolor de la luz me hizo llorar. El café me hizo llorar. No sé si es a esto a lo que llamarán miedo. No sé si el miedo adelgaza.

el estado de la luz [2]

Si no fuera por la luz los gritos de los pájaros no llegarían a mis oídos como manos apretándome el cuello, las sienes y la sangre. La sirena de las ambulancias, el zumbido de una mosca sobre el cristal, el ladrido de un perro, la cucharilla en el café de los vecinos, sólo son frutos de la luz. Cada mañana la luz, desayunándome.

algo de invierno

En lugar de un abrazo, las sombras de mis dedos en una habitación de hotel.

eso que llaman confort

No me gustan los hoteles que pretenden parecer mi casa. Lo que busco en un hotel es la comodidad que me brinda el no reconocerme en ningún objeto, ningún olor, ningún sonido. Lo que busco en un hotel es no encontrarme. Y descansar. De mí.

souvenir de la prisa

No da igual vivir o morir. Hay que vivir si estás vivo y correr si está lloviendo. Correr hacia la lluvia con nuestros mejores zapatos.

colita de burro

Conseguí agujerear una de las piedras que me trajo el poeta Casado de la tumba de Beckett. Me hice un coletero. La muerte te ronda la cabeza, dijo el poeta Pardo Vidal. Tu pelo parece la cola de un burro, dijo mi suegra.

paciencia

Si Excalibur consiguió salir, un simple clavo conseguirá entrar. Sólo así reinaré entre las piedras.

el estado de la luz [1]

Si la luz tiene estado, ésta debe de ser su bandera.

estribillo

Yo, que lo sabía todo con seis años, ahora sólo sé hablar de pájaros y hojas secas cada vez que llega septiembre.